Como ya se ha comentado, la normativa nacional y europea solapan con un objetivo del 30% de contenido de material reciclado para las botellas de Plástico de Un Solo Uso (PUSU) para bebidas de hasta 3 litros de capacidad para 2030. Sin embargo, la PPWR va un paso más allá y especifica que este material reciclado debe proceder de la valorización a partir de residuos plásticos postconsumo. Por otro lado, también especifica que las contribuciones financieras aportadas por los productores para cumplir la Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP) se «modularán sobre la base del porcentaje de contenido reciclado utilizado en el envase» para el 01/01/2030. 

A continuación, en el artículo 8 se manifiesta que «las etiquetas adhesivas fijadas a frutas y hortalizas y las bolsas de plástico muy ligeras deberán ser compostables». 

En segundo lugar, la normativa europea busca reducir al mínimo los residuos envases, y para ello, en el artículo 9 se propone reducir el volumen y el peso al mínimo necesario, llegando a regular «los envases con características cuyo único fin sea aumentar la percepción del volumen del producto, por ejemplo dobles paredes, falsos fondos y capas innecesarias». En el artículo 21 se limita el ratio de espacio vacío máximo al 40%, entendiendo por espacio vacío «la diferencia entre el volumen total del envase colectivo, el envase de transporte o el envase del producto adquirido a través del comercio electrónico y el volumen del envase de venta». En esta línea, en el artículo 38 se regula la reducción de la generación per cápita de residuos envase con respecto a los generados en 2018. En la figura a continuación se muestran estos valores, acompañados por los fijados en la Ley 7/2022 en el artículo 17.